jueves, 22 de junio de 2017

Amor propio

Cuando la autoestima se debilita el entorno se vuelve cruel. El trabajo te agobia, en el hogar ya no hay descanso, la rutina desgasta, la paciencia desespera, el pensamiento se obscurece, las ganas se marchan, el tiempo corre inútilmente, el otro te exaspera, la felicidad se escurre, la sonrisa se borra, la suerte es ajena y te limitas a vivir de pena en pena.
Solo se prospera con amor propio. Aceptando como eres, usando tus errores como experiencia, creyendo en tu capacidad, huyéndole a los miedos, alentándote cuando fallas, predispuesto para volver a empezar, yendo de la mano del optimismo, dejando el orgullo de lado, venciendo nuestras debilidades, sintiéndote útil, sabiéndote único.
Priorizándote, cuidándote, queriéndote. Mejorando desde nuestro interior, empezando por casa para salir a la calle a convivir en armonía, para gritar bien fuerte lo lindo de vivir, para pisar los obstáculos que siempre encontraras, y levantándote a luchar el día preocupándote primero en ti.
Si no te quieres, no puedes querer. Si no te valoras, no te valorarán. Si te crees menos serás una persona infeliz e insatisfecha que culpa al mundo por todo lo que en realidad es falta de auto convencimiento de que lo puedes lograr. A pesar de las injusticias de la sociedad o de cuán difícil sea lo que debas enfrentar siempre le será más fácil el pasar, a una persona que no duda de sus acciones porque sabe que, aun errando, consigo mismo está en paz y ese y solo ese es el sendero que nos conduce al triunfo personal.

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