lunes, 9 de junio de 2014

El enfoque de la vida para el bienestar personal.

Mil y una vez pateé el árbol equivocado, esperando que de este cayera un fruto maduro, estando el mismo marchito como si fuera otoño. Mil y una vez. Me sentí desdichado, desesperado, ya no sabía pues, que hacer conmigo. Lo había intentado todo, seguía a pie de la letra los consejos de mi familia y allegados, pero no podía encontrarle sentido a mi vida, la veía vacía, creía que nada de lo que hacía valiera de algo, valiera la pena.
En el pasado acudí al alcohol. Quería "sacar" mis problemas, eludirlos efímera mentes. Luego la droga, mas desatenciones familiares mi vida se iba entera a la basura. El dolor corporal no era tan grande como el de mi alma. Me lastimaba. Y la ayuda llego. Estuve internado, en tratamiento desde casa, cambié de psicólogo una y otra vez.
Es curiosos no? Según la perspectiva, el enfoque con el que miremos nuestros problemas, nuestras decisiones, nuestros quehaceres, todo nuestro entorno brilla distinto. Siempre fui pesimista y nada alcanzaba para mi, yo buscaba grandeza material, poder, ignorando que la felicidad, el “enfoque” a mi vida lo daba mi salud, mi familia, mi pareja, mi trabajo, mi personalidad (esa que se veía deteriorada y desanimada)
Así un día decidí cambiar. Deje todo lo que me hacía mal, no lo eludí, no lo disfracé, lo cambié por otras cosas que SI me hacen bien. Deje de creer en el “no puedo”, deje de buscar utopías e inicié a programar sueños reales, concretos, a corto y largo plazo. Confié en mi.

Para apagar ese sentimiento de miedo, confié en mi. Siempre, en todo lugar, en todo momento.
Decidí ganarle a la enfermedad, y sino caer luchando y hoy aquí estoy, escribiendo estas líneas compartiendo con ustedes, que sí se puede! Yo estuve en el infierno, en el 5to subsuelo y sin embargo me levante. No importa lo mal que nos pueda ir, mientras en nuestra mente este presente que queremos estar mejor.

Espero esto sirva para alguien.

Los sentidos, el sentimiento, el sentir.



Visualizamos momentos perfectos, imaginamos que estamos ahí. Podemos sentir el calor, oler y saborear nuestra comida preferida, oír cantar a los pájaros y acariciar a nuestro perro.

Sentimos dependiendo el entorno, las personas u objetos con los que nos encontremos. Tenemos decenas de sentimientos negativos, tristeza, rencor, odio, envidia. Sentimientos neutros, vergüenza, intranquilidad. Sentimientos positivos, alegría, amor.

El sentir, es el arte de vivir. Sentirnos vivos, sentirnos únicos, sentirnos dichosos de estar día a día intentando ser mejores personas para este mundo. Sentir que lo logramos, sentir que nos superamos, sentir que somos amados y amamos, sentir para vivir.

Carta de un enamorado.

Amada mía, estos momentos en los que no te encuentro con la mirada son eternos y difíciles de pasar. Ansío y anhelo estar contigo prontamente y poder besar tus labios como si fuese el último beso de nuestras vidas. De eso se trata ¿No? Vivir siempre con la energía y alegría como si fuese nuestro último día juntos. ¿Qué harías vos si fuese el último día de nuestras vidas? Yo llegaría a tu casa con un ramo de rosas y bombones; si sé que no te gustan las flores, pero si fuese el último de los días vivos, no las verías marchitar ¿no? Te abrazaría un largo rato, pondría a calentar agua y tomaría unos mates contigo, al aire libre sentados en el pasto y al sol, mientras te escucho tocar la guitarra, cosa que siempre me dio mucha paz. Te dedicaría cada uno de mis instantes de ese día, para que sepas que aunque sea el último, valió la pena y que seguramente estaremos juntos donde fuera que vayamos a estar. Te compondría un poema, de improvisto, como lo sé hacer y me reiría con vos, cosa que amo es escuchar tus carcajadas y ver una sonrisa de lado a lado en tu boca. Luego, me quedaría acostado contigo en el pasto viendo el anochecer, viendo como el sol se pone en el oeste, menudo espectáculo diario, tan simple y tan encantador. Pasearía por las calles de la ciudad de tu mano e iríamos a los lugares en dónde tu quisieras estar. Después del paseo, te haría el amor, fuerte y dulcemente a la vez y esperaría que te quedes dormida sobre mi pecho y allí esperaría que llegué el fin.
Volviendo al tema de la distancia que nos acoge, quiero que sepas que pronto estaré contigo, físicamente, porque quiero creer que estoy en tu mente como tu lo estas en la mía. Iré a buscarte y será hermoso, el encuentro de dos personas que se aman siempre lo es, en esos momentos siento que mi corazón se me sale del pecho y mis sentidos se encienden al máximo, no puedo evitar sentirme más vivo que nunca y así cada vez que sucede, se repite. Extrañar tanto a alguien es una de las cosas más difíciles, pero, eso hace los reencuentros tan felices.
En mi vida he hecho muchas cosas, buenas y malas, pero creo que lo más acertado de la misma fue haberte pedido que me acompañes en ella, haberte pedido que seas mi novia. Conocerte fue una obra del destino, las casualidades no existen. A la vez que nos fuimos conociendo, más me gustaste y más te amé cada día. Fuiste mi mejor elección y sos de lo más importante en mi vida.

Me despido con un ¡Te amo! a la distancia, y las ganas de verte prontamente.