miércoles, 8 de febrero de 2017

Think love

Que el corazón mande y la mente pida permiso para actuar
porque lo que se hace de corazón está predestinado a triunfar.
Que nuestra alma se llene de satisfacción en cada acción
siendo y no viendo, haciendo y no diciendo, creyendo y no ignorando.
Que nuestros ojos vean profundo, no solo la superficie,
donde se esconden o donde se dejan ver
los sentimientos que definen a cada persona como es.
Que escucharnos mutuamente nos involucre,
que sea música, que sea mate, que sea catarsis
y que estalle el ambiente de risas, al unísono,
mostrando la felicidad del encuentro.
Que el afecto no tenga medida,
que rebalsen nuestros cinco sentidos con alegría
de abrazos, besos, caricias, canciones y otras yerbas.
Que nuestra boca se llene de te quiero,
ver bien, a mi lado, o despedazado, pero luchando.
Que el amor fluya por nuestras venas,
como el más fuerte viento cortando el aire,
con pasión, con vehemencia, o como salga
pero con buenas intenciones.
Y que nos enamoremos de la vida,
de nuestra vida, la única que dominamos;
y del paisaje del horizonte que retrata a cada momento
que vivimos, no por respirar ni por suerte,
si no porque somos capaces de enfrentar,
de entender, de elegir, de ayudar, de crear, de crecer,
de unir, sin saber simple y absolutamente nada
de cómo, cuándo o porque, pero aun así improvisamos
y eso es lo emocionante de cada nuevo amanecer.
#Believe.
#Be.
#Live.

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